Y SE ARMO EL FOLLON

Patricia empezó a hacer pulseras y las regalaba a sus amigos y amigas. Un día se me ocurrió que quedarían bien con algún tipo de broche, y me puse manos a la obra. En pocos días encontré uno que quedaría bastante bien y comencé a ponérselos ya que Patricia no controla bien el manejo del pegamento.
Las peticiones de pulseras se dispararon y no daba a basto. Sus hermanos empezaron a ayudarla y ante la abundante demanda comenzamos a cobrar para poder cubrir gastos.
Y la demanda seguía y seguía......